Rodolfo Arturo Marchant Villaseca

Rodolfo Arturo Marchant Villaseca nació  el 29 de agosto de 1945 en Santiago. Sus padres eran el militar Luis Alberto Marchant y Sabina Villaseca, oriundos del pueblo de Roma, en las cercanías de la ciudad de San Fernando, en la actual Sexta Región.

El matrimonio tuvo cinco hijos, y Rodolfo fue el menor de ellos. Cuando el pequeño Rodolfo tenía cinco años, su madre murió producto de un cáncer. Su padre volvió a casarse, pero la difícil relación que su nueva esposa mantuvo con sus hijos obligó a los pequeños a irse a vivir a San Fernando, en donde estuvieron al cuidado de una tía materna.

Tras la muerte de su madrastra, Rodolfo y algunos de sus hermanos regresaron a Santiago, volviendo a vivir con su padre.

Rodolfo ingresó a la Escuela Industrial N° 1, establecimiento en el que cursó la carrera de técnico en refrigeración.

El 28 de junio de 1972 contrajo matrimonio con Isabel Fernández Loyola, una joven profesora, con quien tuvo a su único hijo, que nació e 6 de abril del año 73.

El matrimonio compró una casa en Melipilla, en donde se instalaron con el propósito de establecer y proyectar su relación.

A esas alturas, Rodolfo era un activo militante del PS. Tras desempeñarse laboralmente en Curicó, a la fecha del golpe militar trabajaba en la Empresa Nacional de Frigoríficos (ENAFRI), en la que, además, era el presidente del sindicato, cargo que ocupó entre 1972 y 1973, el que mantuvo incluso hasta octubre del ’73.

 

La detención

Rodolfo fue detenido a las 23: 30 del día 2 de febrero de 1975, en el domicilio de su hermano Hugo César Marchant, en calle Bernal del Mercado 551, en Santiago, lugar en donde pernoctaba al salir de su trabajo, ya que por el toque de queda volvía a su casa en Melipilla recién por las mañanas. 

Rodolfo Marchant Villaseca.

 

A la fecha de su detención, trabajaba como chofer en el turno de noche  -de 19: a 22:00 horas- con su suegro, José  Lecaros, que arrendaba una camioneta a Industria Litografía Moderna, en Maipú, transportando a los trabajadores de esa empresa a sus hogares.

La detención fue practicada por cuatro individuos vestidos de civil que se movilizaban en una camioneta de doble cabina, color rojo, sin patente.

Estos individuos llegaron a la casa de Hugo Marchant preguntando directamente por su hermano Rodolfo. Al percatarse de que no estaba, se instalaron en el living a esperarlo. Uno de ellos tenía una libreta de apuntes que consultaba de tiempo en tiempo. Hugo Marchant pudo percatarse que los sujetos conocían el movimiento habitual de su hermano y tenían otros datos acerca de él, como su actual trabajo.

A las 23:30 horas mientras ingresaba a la casa de su hermano, Rodolfo fue detenido en presencia de éste y de su cónyuge. Al matrimonio se le pidió que subiera al segundo piso, pues los agentes dijeron tener que conversar confidencialmente con Rodolfo acerca del paradero de una secretaria de su antiguo empleo. Exhibieron rápidamente unos carnets azules. Sin allanar el domicilio, hicieron bajar al dueño de casa al cabo de algunos minutos. Le explicaron que se llevarían a su hermano para hacerle algunas preguntas y que regresarían luego.

Dos o cuatro días después de su detención fue llevado a casa de un antiguo compañero de oficina en un vehículo del SICAR.

Los testigos de la detención proporcionaron una descripción física de los aprehensores. Los cuatro tenían el pelo muy corto y vestían de civil. Dos de ellos, los más jóvenes lo hacían con ropa deportiva; los otros dos, con tenida formal. Uno de ellos portaba una maleta color negro y una grabadora.

El jefe de personal de la Empresa Nacional de Frigoríficos (ENAFRI), Alfredo Saavedra Castillo, declaró ante Investigaciones de Maipú: «que la hoja de vida del señor Rodolfo Arturo Marchant Villaseca registra que fue jefe de la Federación de Sindicatos, delegado político al plenario de izquierda, Secretario del Partido Socialista». Agrega Saavedra: «este señor siempre nos dio problemas ya que estuvo a la cabeza de cuanto movimiento político había en la industria».

En julio de 1975 el nombre de Rodolfo apareció en una nómina de 119 chilenos que presuntivamente habían muerto en Argentina, unos en supuestos enfrentamientos con fuerzas de seguridad de ese país y otros entre ellos mismos, producto de «rencillas internas». Esta falsedad fue publicada en dos medios de prensa que aparecieron sólo ese día, sin duda con el objetivo único de dar a conocer la noticia. Uno fue el diario O’DIA de Curitiba, Brasil y el otro fue la revista argentina LEA, ambos desconocidos en sus países. Esta información fue negada por las autoridades argentinas y brasileñas las que manifestaron no tener conocimiento de estos hechos. El gobierno militar chileno dijo que no había constancia alguna de estas supuestas muertes de chilenos en el extranjero y que tampoco constaba la salida del de ninguno de ellos. Los nombres de estas listas corresponden a personas detenidas por los servicios de seguridad chilenos, entre los meses de junio de 1974 y febrero de 1975, y de los que se tiene testigos que los vieron en los recintos de detención de la DINA y se encuentran hasta hoy desaparecidos. El nombre de Rodolfo Arturo Marchant Villaseca aparecía en la revista LEA.

Al momento de su secuestro, Rodolfo Marchant tenía 28 años de edad.

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