Christian Suárez, candidato a Consejero Constitucional por la Región del Maule, Circunscripción 9, nos dio sus impresiones respecto a la nueva Constitución.
Por más de 30 años ha sido profesor de Derecho Constitucional de la carrera Derecho de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales de la Universidad de Talca. Fue Intendente de la Región del Maule (2001-2004). Ejerció como ministro suplente del Tribunal Constitucional de Chile (2010-2017) y durante los últimos años, a través de conferencias e investigación, ha promovido el cambio de la Constitución Política de Chile.
“He promovido el cambio de la Constitución de Chile desde mi etapa universitaria y fue con esta invitación que tomé la decisión final de formalizar una candidatura.
He conocido las diversas realidades de Chile y por eso estoy comprometido con contribuir para redactar una nueva Constitución nacida en democracia.
Si bien en la ciudadanía existe un sentimiento de desánimo hacia el sistema político, es imperativo cambiar la actual Constitución de Pinochet, que no establece un sistema de seguridad social que garantice una pensión digna, que no reconoce el derecho a un trabajo decente, que permite la tercerización del trabajo, que mantiene un sistema de salud ineficiente, que no garantiza el derecho de agua como un bien nacional de uso público con uso preferente para el consumo humano y, que no reconoce ni a los pueblos originarios ni el derecho de trato igual para hombres y mujeres. Debemos cambiar esta Constitución ineficiente, que ha bloqueado los cambios que las personas esperan para sustituir al actual Estado subsidiario.
El llamado es a conocer en profundidad a los candidatos, su trayectoria y propuestas. El voto es obligatorio, pero el cambio es impostergable. Los chilenos piensan en Chile, concurrirán a votar, serán responsables y no anularán el voto, como persigue la estrategia de la derecha, para que nada cambie.
Vamos a poner el acento en los derechos que realmente le importan a la población. Es importante que en la Constitución se establezca un Estado Social de Derecho, donde el Estado sea ágil y eficiente para atender las demandas de la ciudadanía. Para eso, el nuevo texto debe marcar el camino a seguir.
El objetivo último es alcanzar condiciones de vida digna para todas y todos. En este sentido, los ejes principales deben contemplar el derecho a vivir en paz en barrios seguros para todos y todas, sin violencia ni delincuencia, derecho a una atención de salud digna para todas las chilenas y chilenos, sin exclusión de ningún tipo. Debemos tener, finalmente, una Constitución que garantice un régimen político de acción pública eficaz.
En este recorrido de campaña por las cuatro provincias del Maule, nos hemos encontrado con mucho desánimo por el sistema político, pero sobre todo mucha esperanza por el cambio.
Una nueva Constitución, nacida en democracia, es el anhelo de millones de chilenos y chilenas. El cambio es un imperativo nacional, histórico, que no podemos desaprovechar”.